jueves, 3 de enero de 2008

Capítulo 1, Episodio 3




Mis pezones reaccionaron a la fría temperatura de la habitación a la que me habían conducido, había perdido mi capucha, sin embargo, la luz era escasa y sólo podía distinguir algunas figuras. Una ventana semiabierta por la que se colaba un rayo de luz, dos figuras femeninas y un mueble de que solo intuía su altura.

Mis manos atadas en mi espalda, descalza, mi ropa interior fue retirada ceremoniosamente, el silencio me calaba los huesos, hasta que el sonido seco de un látigo me sacó de mi estupor. Repite:- ¡gracias ama, por favor hágame merecedora de un azote más!. El tamaño de la frase me permitía recuperarme del dolor en los intervalos, aunque al mismo tiempo incrementaba la expectación y así el miedo (que se traducía en dolor y placer) Mis nalgas ardían- dolor y placer- repetía mi mente. 25 conté, éramos tres en la habitación mi ama y otra esclava, mi ama tras de mi, la otra mujer al frente. La esclava tenía sus miembros libres permanecía frente a mi inmóvil. No había comido nada desde que llegué a México en mi estómago tenía un vodka tonic que tomé en el avión y la mitad de una ensalada que comí en el aeropuerto.

Mi último recuerdo fue ver a la mujer moverse antes de que yo perdiera el conocimiento, desperté poco a poco, hambrienta y sedienta, con las manos atadas sobre mi cabeza me encontraba en una especie de camastro de metal, el frío me hacía sacudirme en contra de mi voluntad, los helados barrotes de la cama se clavaban en mi espalda y en mis heridas, mis pezones estaban aprisionados por unas pinzas, mis pies atados juntos a la base de la cama, mi mordaza era más cómoda que la anterior…gritaba por dentro, lágrimas bajaban por mis mejillas, cansancio, dolor, hambre, sed, frío, miedo, estaba empapada en mis adentros en mi centro, podía sentir mi clítoris hinchado a su total capacidad, deseba estar libre para aliviarme, pensaba en él, en sus manos en sus labios, lo imaginaba en mi sexo, excitación me hacía sacudirme esta vez, podía sentir que estaba cerca del orgasmo, aunque no podía hacerme llegar.

Lloré con más fuerza está vez, mi cuerpo convulsionándose, una nueva ola sacudió mi cuerpo, humedad y deseo, cuando a lo lejos oí sus pasos dirigirse hacía mi.

foto: John Clinton

2 comentarios:

Sandra Becerril dijo...

Dolor y placer... la mejor combinación

besos

Ana dijo...

Qué bien expresas las sensaciones, pero sigo prefiriéndote en brevedades, me llega más directo.